EN LOS COMIENZOS del siglo XX se empiezan a materializar algunas actuaciones destinadas a la ampliación de Zaragoza por el sur, entre ellas el ensanche hacia el Canal Imperial, que buscaba la conexión de la ciudad con el gran parque proyectado en torno al cabezo de Buenavista.

En 1906, y con la participación de los arquitectos Ricardo Magdalena y Dionisio Casañal, se diseñó un proyecto de Gran Vía, denominada de la Libertad, que uniría el Salón de Santa Engracia -hoy plaza de Aragón- con el nuevo parque.

El proyecto de ensanche de 1922 esta Gran Vía perdió terreno a favor de la construcción de viviendas; el arquitecto Secundino Zuazo, director de la Sociedad Zaragozana de Urbanización y Construcción aplicó un concepto innovador, inspirador en la expansión residencial al sur de Amsterdam.

Se trazaron las líneas generales de la parcelación y en 1934 se integró el proyecto de la Ciudad Universitaria de Aragón, de Regino Borobio y José Beltrán, construyéndose las facultades de Filosofía y Letras (1941) y Derecho (1945).

En la década de 1960 se instaló el monumento a Fernando el Católico, obra academicista de Juan de Ávalos.

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